Todo parecía haber acabado mal para el acuerdo de compra de Twitter por parte de Elon Musk. El director ejecutivo de Tesla, quería retirarse del trato por la inmensa cantidad de cuentas de bots existentes en la plataforma. Según sus datos éstas podrían superar el 5% que Twitter estimaba en un primer momento.


Musk y Twitter tenían previsto un juicio para este mismo mes de octubre donde la red social obligaría al CEO de Tesla a completar la compra de la plataforma por la suma pactada inicialmente que ascendía 44.000 millones de dólares.

Finalmente, en un giro de guión, en una carta de los abogados de Musk se daba a conocer el interés por continuar con la compra de Twitter; evitando así el juicio que estaba previsto.

Tras la noticia del restablecimiento del acuerdo, Musk dijo que "comprar Twitter es un acelerador para crear X, la aplicación de todo".

Y dijo que la compra de la plataforma ha adelantado su proyecto X entre tres y cinco años, "pero podría estar equivocado" sin dar más detalles.



La idea detrás de X es una especie de súper aplicación que combina mensajería, redes sociales, pagos y la falta de dependencia de los ingresos publicitarios, similar al WeChat chino, que ya tiene más de mil millones de usuarios, y que hasta ahora no existe un equivalente en Occidente.

Para muchos, la compra de Twitter por parte de Elon Musk es algo positivo porque en sus propias palabras "convertiría Twitter en un lugar con libertad de expresión", razón por la que Dorsey, uno de los fundadores de Twitter, estaba a favor de que Elon Musk adquiriera la plataforma.
En conversaciones con con Musk, Dorsey daba su idea sobre cómo debería ser Twitter:

"Creo que debe ser un protocolo de código abierto, financiado por una especie de fundación que no es propietaria del protocolo, solo lo soporta."